Selección de un micrófono para saxofón

En este post vamos a poner el foco en un instrumento esencial en la sección de viento metal: el saxofón. Para ayudarnos a entender las particularidades de la toma de sonido de este instrumento, hemos contado con un trío de renombrados profesionales: Adam Hill,  de los legendarios estudios Ardent de Memphis (donde han grabado artistas de la talla de Big Star);  Frank Gilbert, ingeniero de PA que está a los mandos de las mezclas de las salas de música en directo más punteras de Chicago y Dean Giavaras, saxofonista e ingeniero jefe de grabación del Shure Performance Listening Center. También compartiremos un par de consejos clave del ingeniero Matt Defilippis (ingeniero de PA de Drive by Truckers y ex-ingeniero de sonido residente del Georgia Theatre de Athens, Georgia) y del docente Mike Schulze (trombonista y profesor de producción de audio y de tecnologías de grabación,  en la Universidad de Denver). 

Adolphe Sax "era un hacha"

Hechos curiosos: puede que te sorprenda saber que el saxofón es un instrumento relativamente reciente,  en comparación con otros. El primer modelo que funcionó fue inventado por el fabricante de instrumentos belga Adolphe Sax, cuya visión fue crear un instrumento de viento-madera,  con la fuerza del metal. Experimentado fabricante de instrumentos de viento-madera y de viento-metal, también es conocido como el inventor de la trompeta moderna y el reinventor del clarinete de metal.

El primer saxofón fue llamado, de hecho,  trompa baja, pero cuando Sax patentó su diseño en 1846, el instrumento se conocía como "le saxophone" o "saxophone". Y a pesar de que Adolphe no vivió para ver convertido en realidad su sueño de convertir el saxofón en instrumento orquestal, este instrumento estaba firmemente establecido dentro de las bandas militares. Y ello, por supuesto, condujo a su descubrimiento por parte de músicos de Nueva Orleans,  como instrumento integral del primer jazz.

¡Y aquí tenemos otro hecho curioso!: Los historiadores de la música consideran a Adolphe el padre de las "batallas de bandas", ya que consiguió llevar a competir a su propia banda contra la banda de la infantería francesa. ¡Y ganó!

Consideraciones microfónicas: la ubicación

El sonido de un saxofón está bastante bien distribuido entre los agujeros del tubo  y la campana. La campana, al final del saxofón,  produce sólo una parte del sonido. Cualquier agujero abierto del tubo del instrumento también produce sonido. Como resultado, el saxofón radia su sonido con un patrón muy amplio, y una técnica común es ubicar los micrófonos para que capten sonido de los agujeros del tubo y de la campana.

Dean Giavaras: "ésa es la clave de hacer una buena toma de sonido del saxofón: reconocer el hecho de que el sonido es una columna de aire que se mueve a través del instrumento,  desde la boquilla hasta la campana. Para cualquier nota en la que las llaves no están cerradas (sobre todo notas altas), una buena parte del sonido llega desde los agujeros más bajos del cuerpo del instrumento. Eso es un hecho. Así que colocar un micrófono justo en la campana del  instrumento no es siempre la mejor manera de hacer la toma de sonido”.

Adam Hill: “Imagina un triángulo equilátero en el que la parte más alta del instrumento, la más baja y el micrófono están en los vértices. Así conseguirás un buen equilibrio de la caña y del grave de la campana, de una vez.  La distancia del micro depende del tamaño del instrumento: cuanto más grande sea éste, más lejos deberemos ubicar el micrófono para conseguir el triángulo equilátero. También me ha ido bien colocando un micrófono por encima del hombro del saxofonista. La campana del instrumento, a no ser que sea un soprano, va a apuntar hacia arriba de todas maneras, y el concepto es que estás haciendo la toma de sonido de lo que está oyendo el instrumentista. Ellos reaccionan a lo que sale del instrumento. Puede que el mejor lugar para ubicar el micrófono sea aquel donde está,  más o menos,  el oído del instrumentista”.

Consideraciones microfónicas: tipos de cápsula

Dean Giavaras: “Yo normalmente elijo un micrófono de condensador,  como el Shure KSM32,  que tiene un sonido natural y respuesta plana. Un micrófono de condensador tiene una buena respuesta a transitorios, así que capta muy bien las altas frecuencias sin mucho realce en medios y agudos. Es más plano en este rango, lo cual puede ser más agradable. Otra buena elección es el Shure KSM137. Es un micrófono convencionalmente pequeño de condensador que funciona muy bien, pero en cualquier caso, tienes que asegurarte de no tener a alguien que se mueve mucho”.

Adam Hill: “Yo comienzo normalmente con un micrófono de condensador, uno de diafragma grande o pequeño. Pero a veces quieres un sonido más de impacto y,  en esos casos, uso uno dinámico que me permite acercarlo más a la campana. De hecho, lo puedes incluso meter dentro de la campana siempre y cuando prestes atención a ruidos de las llaves y de respiración y esas cosas. Eso puede ser más para un sonido de saxofón rocanrolero más sucio en vez de un sonido más bonito y más suavizado,  que se conseguiría con un micro de condensador ubicado más lejos”.

Frank Gilbert: “Para saxofones, yo casi siempre uso un micrófono dinámico de directo. Mi preferencia, de hecho, es un Shure SM58”.

Mat Defilippis: “Mi micrófono favorito de saxo es un Shure SM57. ¡Colócalo en un pie de micro, apúntalo hacia la campana y suena genial!

Consideraciones microfónicas: patrón polar

Mike Schulze: “Puesto que estos instrumentos ya tienen mucha energía en el rango 2-5KHz, es importante usar un micro que no realce demasiado esta parte o que incluso la atenúe un poco. Probablemente necesitarás un micrófono de tipo cardioide,  que capte sonido desde el frente y que rechace el sonido más y más,  a medida que éste provenga de los lados. El resto de las decisiones que necesitarás tomar se basan en asegurar que eliges un micrófono que sea complementario al sonido ya de por sí brillante de los metales, aunque eso no significa que no se puedan utilizar otros tipos”.

Dean Giavaras: “Antes,  cuando se hacían los fabulosos discos de jazz de Blue Note, Rudy Van Gelder usaba una técnica microfónica distante en la que había quizá un micrófono en la sala para múltiples instrumentistas: un omnidireccional. Esa técnica microfónica aún se usa hoy en día y te permite moverte por la sala si ésta tiene buena acústica”.

Adam Hill: “Yo me he acostumbrado a la toma de sonido con micros bidireccionales. Leí "Recording the Beatles" y me dí cuenta de lo útil que puede resultar el punto de captación nula. Así que a veces,  con un micrófono de sala, utilizo un patrón bidireccional y coloco el saxofón justo en el ángulo de captación nula,  de manera que el micro rechace todo lo que llega desde ese ángulo y capte todas las reflexiones que se producen en la sala. Lo bonito de los micrófonos bidireccionales es que incluso si estás apuntando directamente hacia la campana, captarán fundamentalmente sonido directo,  así que conseguirás el efecto proximidad, pero también desde la parte trasera del micrófono captarás un poco de las reverberaciones de la sala, lo cual aporta mucha naturalidad. Me gusta conseguir eso en las grabaciones,  más que intentar añadirlo digitalmente luego. Puesto que tenemos salas con buena acústica aquí, lo hago así”.